Impresiona la leyenda de La Malena en torno a la manera de cómo el río, otrora caudaloso y cantarino pierde sus ímpetus para nunca jamás volver a ser río, maldecido por el cura del pueblo quien para ir a oficiar misas en los pueblos de La Guajira debió atravesarlo a lomo de mulo en el preciso instante en que sus aguas, cuando el religioso se encontraba en mitad de la corriente, arreciaron, aumentando su caudal y peligrando la vida del indefenso hombre quien agua abajo sólo atina a imprecar contra el río.
El sacerdote logra salir con vida, pero desde entonces, el río de agua imponentes y majestuosa queda convertido en un apacible paso de agua culebreando entre las piedras como un viejo cansado y juguetón que ya no será más río; pero sí una inextinguible fuente de canciones para añorar y coger amores: “mariposa en la Malena/ tus casimbas son recuerdos…”
Magnfico! Bien dicen que la palabra es poderosa, este hermoso y vibrante río que en otrora era imponente, hoy sólo un hilo de agua. Palabras necias del cura. Gracias por seguir recordándonos con tus cuentos lo que hemos perdido por la malicia humana.
ResponderEliminarLA MALENA, NO TIENE NACIMIENTO ES UN AFLUENTE QUE RECEJO AGUAS DE SABANA.
ResponderEliminarNo me dijo porque iso un transporte tan arriesgado
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